lunes, octubre 30, 2006

Una Ossa casi lista

Supongo que mirado como un conjunto, este blog entra por completo en la categoría de "historias de antes y después" que tanto nos gustan a los que andamos en devolver una vida digna a lo que ayer fueron motos.

Y supongo que eso es lo que justifica que no sea la primera vez que traigo aquí alguna otra moto que no es Montesa. Porque si la memoria no me falla, es la segunda vez que comento sobre esta Ossa, aunque esta vez tiene un doble sentido hacerlo. Porque no se trata sólo de mostrar como llegó, cosa que puede verse aquí ...


... sino también de enseñaros como quedaron determinadas cosas concretas, por lo que pudieran valer para otra gente que tenga problemas parecidos. En concreto me quería detener hoy en la recuperación de los amortiguadores originales. Que en la moto de arriba son unos Betor Gas procedentes (creo) de una Ossa TR 77 (la verde), y en la foto que os pongo a continuación vuelven a ser los suyos.

Como sabrán los amantes de las Ossa, esos amortiguadores son unos Telesco de un modelo muy particular, que se montaron en estas motos (Ossa TR 80, tanto en modelo 250 como en el 350) y que no tuvieron mucha más difusión, excepto en alguna de las últimas trialeras de Montesa. Eso los hace particularmente complicados de encontrar hoy día. El caso concreto de los amortiguadores que monta esta moto comienza con un anuncio en el mercadillo de "La Maneta" donde los compré a un tipo de Galicia por 47 euros incluyendo los gastos de envío. La verdad es que su aspecto era tan lamentable como puede verse en la foto de abajo:


El óxido estaba extendido por toda la superficie, estaban repintados de cualquier manera y el hidráulico daba pena verlo. Al punto de que el dueño prefirió buscarse unos nuevos y olvidarse de ellos. Supongo que los 40 euros que me cobró eran para pagar parte del cambio. Pero la referencia previa de precio que tenía eran los 120 de los Betor "reeditados" que no valen nada, o las más de 80 libras en que vi rematarse estos mismos en Ebay Uk. Así que me tiré al monte.

Gracias a Dios, también a través de "La Maneta", pero en este caso en el Foro, encontré a Xosé, de "Suspensiones Brinco" que se ofreció a repararlos por completo. Trabajó tan a conciencia que incluso me mandó un par de fotos de cómo estaban al llegar a su casa ... que como puede verse abajo, andaban para tirarlos directamente:

El resultado final ya lo habéis visto en la foto. Y el resumen sería: mejor que nuevos. Y lo digo con conocimiento de causa porque tuve la suerte de encontrar una pareja de unidades para una "250 naranja" y la calidad de acabado no tiene nada que ver. ¿El precio? Pués no es el más barato del mundo, dado que la reparación del hidráulico completa fueron 50 euros la unidad. Pero para un trabajo de este nivel de profesionalidad, creo que merece la pena.


Gracias, Xosé.

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Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.